Frase del día:

"Nunca dejes de anhelar lo imposible, tarde o temprano lo conseguirás"

La adolescencia


La adolescencia


“Cuando le doy una orden me dice 'cómo no te mueres’ y tira las cosas al suelo. Todo el tiempo nos critica, pero cuando está contento quiere jugar conmigo, se pone detrás de mí y me agarra la cintura y me dice 'beso, beso’. Yo le digo que no, pero él sigue. A veces se mete a nuestra cama y dice palabrotas cuando le decimos que se vaya. Me altera, no sé que hacer, él nunca fue así”, dice la madre de César, de 14 años.Mientras ella hablaba, se me ocurría decirle por ejemplo: “Usted quisiera que sea como antes. Pues, le cuento que nunca más lo será porque su infancia se acabó, y justamente es característica de los adolescentes romper con los patrones infantiles, así es que mejor hay que ir diciéndole adiós al Cesitar de antes”.La adolescencia es un periodo de cambios y crisis. Es la etapa más turbulenta de la vida, y dura, cuando menos, una década. Esta larga etapa –dice Guillermo Carvajal, psicoanalista colombiano– equivale a un largo embarazo donde el alumbramiento será de un adulto feliz, siempre y cuando los miembros de la familia se adapten a este adolescente y lo acompañen en su proceso.Se rompe el equilibrio familiar con los comportamientos del adolescente. La familia debe encontrar un nuevo equilibrio frente a la conversión del niño en un nuevo y cambiante ser. A veces hasta desconocido. César ya no quiere ser el niño “bueno”. Se rebela porque si obedece a la madre se siente un objeto, y él quiere sentir que es persona, que existe. No sabe todavía cómo quiere ser. Pero sí sabe cómo los padres.La desobediencia, la hostilidad y el cuestionamiento a la autoridad son parte del proceso, salvo de aquellos que han sido tan maltratados que ni siquiera tienen fuerza para rebelarse. Sus odios caminan por dentro y saldrán después. Probablemente contra ellos mismos. César quiere meterse a la cama de sus padres como cuando era niño. Lo hace porque la regresión –ese caminar hacia atrás como los cangrejos– también es característica de la adolescencia.¿Y el abrazo a la madre por detrás pidiéndole beso? Probablemente lo hace porque está reviviendo su conflicto edípico, donde los niños desean ser la pareja de la madre.¿Será cierto que la madre le dice que no lo haga? ¿O se lo dice de dientes para afuera? ¿Será el no de la madre tan categórico como el que ella, por ejemplo, le expresaría a un vecino si es que este se sobrepasara? ¿O, inconscientemente, le da permiso para seguir abrazándola y pidiéndole beso? ¿Y por qué lo hará? ¿Por esa atracción sexual que tenemos las madres por los hijos a nivel inconsciente debido a nuestros ancestros primates?Es verdad que no somos ángeles caídos del cielo, pero tampoco somos monos erguidos. Mi experiencia clínica me dice que los padres peruanos, cuando se dan cuenta de sus impulsos agresivos y sexuales hacia sus hijos, se controlan y los ayudan a crecer y a madurar. Felizmente.




La adolescencia
Sociedad Sáb. 14 feb '09
Autor: Carmen Gonzales fuente:http://peru21.pe/impresa/noticia/adolescencia/2009-02-14/238630



Agradesco por el envio de este articulo a Sandra Diaz Chavez, "una muy querida amiga"

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