Frase del día:

"Nunca dejes de anhelar lo imposible, tarde o temprano lo conseguirás"

EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN MUNDIAL

 
LA POBLACIÓN MUNDIAL
La población mundial es el número total de personas que habitan la Tierra. Una cantidad particular de la gran superficie de la Tierra tiene una «capacidad de producción», que limita el aumento de la población humana.
1.1    Inicios de la Población Mundial
“El hombre hizo su aparición en la tierra, según las opiniones más autorizadas, a comienzos del periodo cuaternario. Luego, en un proceso ininterrumpido, cuya duración se cuenta por milenios, los seres humanos, únicos dotados de plena conciencia de sí mismos, procedieron a realizar sus primeras conquistas: el lenguaje articulado, fuente de su posterior desenvolvimiento espiritual, y la construcción de utensilios, a raíz de su progreso material”1
La población mundial tiene su punto de nacimiento e inicio en el continente africano, en la parte oriental (Valle de Rift) que posee una gran depresión geográfica entre Etiopia, Kenia y Tanzania. Fue en este lugar, hace unos 2.000.000 de años, donde se encontraron los restos más antiguos de las primeras especies del género Homo, aludiendo de esta forma las primeras poblaciones humanas en el mundo.
“Para Darwin, la cuna de la humanidad radicó en África donde supone se verifica el proceso de transformación del antropoide en hombre, el gorila y el chimpancé, que son los antropoides más relacionados con el hombre, son oriundos de África.” 2
Los primitivos hombres dedicados a la caza y pesca, poseían las densidades más pequeñas, que iba desde 1 habitante por 100 Km2 -en condiciones donde el medio era adverso al favorable como: zonas frías, desiertos; y de hasta 1 habitante por Km2 en condiciones favorables para su desarrollo.
 “En estas condiciones, en el alba de la revolución agrícola, unos 8 o 10.000 años a. de C., la población mundial podía ser valorada en unos 5 o 10 millones de habitantes.” 3
El hombre, ahora dotado de una gran conciencia y pensamiento, empezó a realizar sus primeras conquistas del terreno; ya no se encuentra sometido a la naturaleza sino que empieza a descubrirla y a dominarla. La colocación de los hombres en zonas aptas para su desarrollo, conocido mejor con la denominación de zonas ecuneme, permitió al hombre realizar la organización del espacio agrícola, que si bien trajo gran cantidad de alimentos, fue un factor importante en la expansión demográfica.
 
1.2    Evolución de la Población Mundial
1.2.1          Factores físicos, históricos y económicos
El estudio de la población mundial requiere tener en cuenta factores físicos, históricos y económicos.
Los factores físicos se refiere todo al clima y a las características del suelo, tanto respecto al relieve como a su potencial de explotación superficial (agricultura, ganadería) y profunda (minería). Estos factores también comprenden el agua para el consumo humano, las actividades agropecuarias, la explotación pesquera y el transporte; de este modo lo plantea Manuel Vizcarra:
“El vestido, la alimentación y la ocupación del hombre en concordancia con el clima dominante y la actividad comercial e industrial, de acuerdo con las producciones, afirman la influencia que el ambiente ejerce en la actividad y en el género de vida del hombre”.4
Sin embargo, la existencia de terrenos que tiene diferentes características, algunas aptas y otras no para el desarrollo de una población son, a tomar en cuenta, un factor elemental pero no determinante en la evolución de la población.
Los factores históricos son los que tienen que ver con la evolución de la especie humana.
En un primer momento el hombre debió desenvolverse en un medio adecuado para su desarrollo. Así, los primeros asentamientos se debieron producir en lugares en los que fuera sencillo procurarse de los alimentos, donde no se sintiera amenazado por otras especies animales y donde las condiciones del medio le permitieran sobrevivir físicamente y desarrollar sus actividades de caza y recolección de alimentos.
Sin embargo en algún momento, debido probablemente al aumento de la población y /o la dura naturaleza (clima, esterilidad del terreno), una parte se vio obligada a alejarse de su medio natural y a integrarse en otro ecosistema distinto. “Esta desigualdad, el aumento de la población y la diversidad de recursos económicos originan grandes movimientos de la población de unos lugares a otros de la tierra: es la emigración.” 5 ; tema que se explicará más adelante.
Este nuevo medio, que tal vez no fuera favorable, obligó a desarrollar determinados micromedios, como la vestimenta y la vivienda.  De la misma manera, el hombre aprendió, a través de la agricultura, a manipular el ecosistema en su propio beneficio.  El descubrimiento del fuego constituyó otro gran adelanto, que le permitió luchar contra el frio, cocinar los alimentos y desarrollarse. Tanto en el caso (adaptación al medio) como en el otro (transformación y dominio del mismo, el hombre intentó liberarse de las limitaciones que le imponían los elementos, y lo hizo recurriendo a su inteligencia, buscando los recursos necesarios y creando tecnología que le permitiera desarrollarse en cualquier medio.
“Hay que considerar otras nociones. La historia se hace indispensable, y son numerosos los acontecimientos que la marcan: las guerras que asuelan, y las migraciones que barren los continentes, mezclan las razas y las civilizaciones; los periodos de paz propicios al desarrollo  fecundo pero también a la relajación de los grupos; las empresas de las individualidades poderosas que pacifican, transforman, reglamentan, descubren, inventan; la psicología de las masas, sus apetitos y su espíritu  de aventura, su maltusianismo  o fecundidad, su marcha de las tierras pobladas hacia los mundos vacios…” 6
Sin embargo, pese a la importancia de los factores históricos, los estudios estructurales de la población suelen orientarse, desde un punto de vista crónico, de cara a determinar la distribución de la población por grupos de edad, sexo, estado civil, número de hijos, etc. Estas variables se analizan dentro de un intervalo de tiempo determinado, estableciendo sus relaciones con otras variables de tipo geográfico, climático, económico o laboral.
Los elementos económicos que inciden en la demografía son los relacionados con las expectativas de la población respecto a la actividad económica. El reparto de la población mundial está determinado fundamentalmente por estos condicionamientos, aunque también influyen las causas culturales o sociológicas.
1.2.2            El desarrollo de la población mundial
Para entender el desarrollo de la población mundial se toman un conjunto de variables dinámicas que se van modifican en el transcurso del tiempo estos son: natalidad, mortalidad, migraciones y las tasas, proporciones y razones que se derivan de ellas.
“En efecto esta presencia actual del hombre es esencialmente transitoria y cambiante. Es el resultado de una doble evolución: un desarrollo in situ e innumerables movimientos de desplazamiento. El crecimiento de la masa humana es ante todo, función de factores demográficos que son el lote humano cotidiano: nupcialidad, natalidad, morbilidad, mortalidad.” 7
 El crecimiento de la población fue lento y escaso durante milenios, sin embargo existen periodos en el cual que, a causa de acontecimientos históricos y tecnológicos,   provocaron una multiplicación en la población mundial. De este modo, existe para el conjunto de la historia de la población mundial dos períodos decisivos en los que se dispara el crecimiento demográfico: la revolución neolítica y la revolución industrial.
 No se puede precisar cuál es la población de partida, puesto que no se sabe con exactitud qué espacios estaban ocupados en el Paleolítico ni qué densidad poseían. Las cifras varían entre unos centenares a 10.000.000, aunque parece que en ningún momento debió haber menos de 100.000 personas.
El crecimiento vegetativo de esta población era muy pequeño, debido a que practicaban una economía de recolectores y cazadores que exigía controlar gran cantidad de espacio para su explotación.
Se calcula, y aparece como aceptado, que había unos 10.000.000 de habitantes en todo el mundo (PRESSAT, Ronald) justo antes de que se descubriese la agricultura, la ganadería, la cerámica y la vida urbana: el Neolítico. En poco tiempo la población parece elevarse a unos 300.000.000. Cuánto dura este tránsito, y cómo se produce, lo desconoce por completo, pero uno de sus fenómenos más característicos es la aparición de las ciudades.
a)     Desde el neolítico hasta 1750
El Neolítico supone un cambio en la economía y en el modelo de sociedad. Aparece la agricultura y la ganadería, con lo que el territorio necesario para procurarse los recursos se reduce; aparece la cerámica, con lo que se pueden almacenar y conservar los alimentos; y aparece el fenómeno urbano, con lo que se organiza y se divide el trabajo, aumentando la productividad.
En realidad no se sabe nada, o casi nada, de cómo fue la transición demográfica del Paleolítico al Neolítico, ni se sabe si fue larga o corta, ni cuánto duró. Pero sí se sabe que la población aumentó. Existen dos teorías que explican el aumento de población en el Neolítico. La tradicional afirma que la agricultura, la ganadería, la cerámica y la ciudad mejoraron la alimentación, y que las condiciones de vida en asentamientos permanentes y con una organización social compleja hacen aumentar la población. El espacio necesario para conseguir alimentos y garantizar el aporte calórico durante todo el año se reduce, gracias a la agricultura y la cerámica. Al estar mejor alimentados comenzarían a vivir más y la población aumentaría.
La otra teoría es sostenida por geógrafos como Ester Boserup, y afirma que la agricultura y la ganadería no mejoraron la alimentación humana, sino que la empeoró, ya que, aunque hubiese un mayor aporte calórico, la calidad de los alimentos disminuyó al reducirse su variedad. Además, la vida urbana, la aglomeración humana, haría aumentar el riesgo de contagio de las enfermedades infecciosas, con lo que aumentaría la mortalidad. Sin embargo, el sedentarismo permitirá reducir el intervalo intergenésico, las mujeres podrán tener más hijos a lo largo de su vida fértil, la fecundidad aumentaría y con ella la población. Será precisamente el aumento de población lo que obligará a hacer los descubrimientos que identifican al Neolítico.
Se calcula que, hacia el año 8.000 a. C. la población mundial era de unos 5 millones de habitantes. A principios de la era cristiana se llegó a 300 millones de habitantes, lo que indica que durante ese lapso de tiempo el número de habitantes se duplicaba cada 1.3050 años. Algunas apreciaciones sobre el número de habitantes durante este primer periodo de crecimiento de la población mundial nos lo ofrece Ronald, PRESSAT:
“Las estimaciones de la población de la era cristiana son muy imprecisas; generalmente oscilan entre los 150 y los 300 millones aunque la estimación con mayores visos de realidad habría de situarla más cerca de la segunda cifra que de la primera, si se aceptan los 54 millones de habitantes que Berloch atribuye al imperio romano en el año 14, y los 71 que J. Duran asigna a China en el año 2 y los 100 – 140 millones que K. Davis considera como posibles  en la India del siglo II a. de C.” 8
Hasta el siglo XVIII, momento en el que se alcanzaron los 500 millones, el ritmo de crecimiento fue similar. Sin embargo a partir de la revolución industrial, la población empezó a crecer con rapidez.
b)     Desde 1750 hasta la actualidad
 El espectacular desarrollo que ha experimentado la población mundial es muy reciente, de modo que para estudiar mejor y facilitar el análisis de dichos cambios a través de la historia fue conveniente dividir este proceso en dos grandes periodos: el anterior, ya explicado, y el posterior a la revolución industrial.
A partir del Siglo XVII se aceleran los crecimientos económicos y demográficos. Los motivos para que ocurriera esto fueron muchos, y no está del todo claro si el crecimiento demográfico fue consecuencia del desarrollo económico producido por la revolución industrial o, a la inversa, sí esta se produjo como respuesta a las necesidades provocadas por el aumento de la población; ante este dilema son dos las teorías que tratan de explicarlo: Según el primer supuesto, la racionalización de la economía y el crecimiento económico habría permitido un aumento de la población; para los que mantienen la segunda hipótesis, el aumento demográfico habría inducido la búsqueda de nuevas técnicas para explotar mejor los recursos, provocando una revolución en la energía y los transportes.
Los motivos relativos a la mejora de las condiciones sanitarias ayudan a explicar el crecimiento demográfico: la desaparición de la peste en Europa, los progresos en la medicina desde finales del siglo XVIII ya lo largo del siglo XIX y el desarrollo de la medicina preventiva, con el descubrimiento de la vacuna antivariólica y los trabajos de Pasteur.
Por otra parte, la explotación agrícola se intensificó a partir del siglo XVIII gracias a la adopción de una serie de cambios técnicos, entre los que puede citarse la aparición de los abonos químicos.
Es así, que a partir de la revolución industrial empezaron a eliminarse las fluctuaciones de la mortalidad propias de las sociedades preindustriales. Las razones para ello fueron numerosas.
Entre ellas cabe destacar los cambios en el sistema de cultivo, que facilitaron un incremento en la productividad agraria. Éste junto al aumento de las posibilidades de almacenamiento y mejoras en las comunicaciones, permitieron a su vez una mayor independencia  respecto a las malas cosechas, así como una mayor estabilidad de los recursos alimentarios, con la consiguiente mejora de las dietas.
Con todo ello, y gracias a la introducción de nuevos alimentos, como la papa, traída de América, el régimen alimentario amplió sus horizontes.
Estos cambios condujeron a un cambio productivo superior, así como a un aumento del nivel de vida, lo que evito tener que recurrir a alimentos de mal estado o nutritivamente deficitario.
Ahora bien, la mortalidad no descendió igual en todos los grupos de edades. Así, la infantil tardo más en bajar, mientras que la adolecente lo hizo con mayor rapidez. Consecuentemente a lo largo del siglo XIX la expectativa de vida aumentó. Asi pues, las mejoras en la salud que se registraron en el siglo XIX fueron una consecuencia de la mayor riqueza acarreada por la revolución industrial.
Sin embargo, las causas de mortalidad varían significativamente entre las distintas clases sociales. Las condiciones de vida de los terratenientes, y de la burguesía en general diferían de las de los trabajadores.
Una de las causas de mortalidad entre el nuevo proletario fue la urbanización vinculada al crecimiento de la industria, las ciudades crecían en medida que lo hacían esta, provocando un hacinamiento en condiciones de vida muy deficientes.
Las causas de la reducción de la fecundidad resultan más difíciles de precisar. El descenso de la tasa de natalidad se produjo más tarde que el de la mortalidad en casi todos los países europeos, lo que motivó la explosión demográfica que se produjo durante este periodo. Sin embargo, la revolución industrial no afectó a todo el mundo, ni alcanzó a todos por igual. La mayoría de los países quedaron marginados, subordinados a este proceso
El actual crecimiento de la población mundial se debe sobre todo al que tiene lugar en países desarrollados industrial y económicamente. Sin embargo, ello plantea una serie de problemas con respecto al agotamiento de los recursos naturales. Actualmente, el crecimiento ilimitado de la población se presenta como un problema que ensombrece los logros de la revolución industrial.
En este sentido, parase confirmarse la aseveración que hacia el británico T.R. Malthus en el siglo XVIII, cuando decía que: “el cambio poblacional se produce de forma más rápida que el crecimiento de los medios disponibles para sustentarla”.
Es entonces el segundo periodo el verdadero despegue del número de la población mundial, situándose en los tiempos modernos. De este modo la historia del población dividido en dos periodos: confusa en un principio por falta de censos, y ambas llenas de características propias 9; se muestra a la larga como la historia de un crecimiento cada vez más rápido, hasta el punto de cobrar en nuestros días un aspecto dramático, pues el número de habitantes en el planeta se está duplicando cada doscientos años, así de este modo para el año 2150 podríamos tener una población de 27.000 millones sobre la superficie de la tierra. 10
  Distribución de la población
La distribución de la población siguió desde un comienzo, y hasta ahora lo hace, una búsqueda de lugares con condiciones que le permitan subsistir y desarrollarse, el papel del espacio geográfico es de importancia en esta distribución, que producto de las distintas zonas terrestres hacen que la distribución de la población sea muy desigual, tal como lo sostiene LUIS VILLARROEL:
“Las condiciones geográficas determinan casi siempre la distribución de la población de la tierra, siendo ésta más densa en regiones de clima moderado, con lluvias abundantes y tierras ricas; y muy escasa en las regiones de mucho calor o mucho frio.” 11
Así durante el proceso de evolución de la población mundial, los grandes puntos de concentración humana estuvieron repartidos de la siguiente forma:
En la llanura de china. (Región agrícola).
En la región del rio Ganges, en la india. (Región agrícola).
En la desembocadura del rio Nilo, en Egipto. (Región agrícola).
En la Mesopotamia. (Región agrícola).
En el mediterráneo. (En Europa).
Sin embargo hoy en día el papel de las zonas de comercio así como los grandes países desarrollados con sus metrópolis, abastados de todos los servicios, son los puntos de mayor concentración a nivel mundial.
Ahora, la distribución de la población, ubicada en los continentes, nos da un panorama de fácil visión para el conteo del número de habitantes a nivel mundial. Así, hallamos a los hombres distribuidos en 5 contenientes: Asia, Europa, África, América y Oceanía (Este orden está de acuerdo al número de habitantes de los mencionados continentes)
En Asia
Como ya se ha comentado, es el continente que mas habitantes alberga. No obstante la densidad de la población es muy irregular y presenta variaciones tan espectaculares como las que se dan entre la península del Sinaí y Mongolia (1 habitante x kilometro cuadrado) y Hong Kong (cerca de 5.000 habitantes x kilometro cuadrado).
Entre ambos extremos de dan densidades muy dispares, que dependen tanto de las condiciones físicas, climáticas y económicas de las regiones, como los factores religiosos y culturales. Así, algunas regiones, como por ejemplo la India, están mucho más pobladas de lo que sería razonable esperar en función de sus recursos naturales, mientras que otras, de condiciones más favorables, como Irán o Irak, presentan una densidad muy inferior a sus posibilidades.
En términos generales, puede decirse que las zonas más densas son las que van desde el norte de china hasta el Oeste de la india, a lo largo del litoral del Pacifico y del Indico, y las próximas a los grandes deltas y a los valles de los ríos principales. En contraposición, las más despobladas son las de las altas mesetas y las Zonas montañosas del interior.
“Con la india se abre un nuevo mundo: el de la densidad de la población. Como en Europa, pero a una escala mucho más gigantesca, la naturaleza ha preparado allí un marco fraccionando; como en Europa, pero con una desigual profusión, los hombres están distribuidos por todas partes: en las llanuras, en los deltas; numerosos en las islas, mas aun en los márgenes continentales, solo escasean más hacia el interior ante la brutalidad y la masividad del Asia Central.”12
La tasa de natalidad es muy elevada y el crecimiento demográfico, ascendente, a pesar de los intentos por detenerlo realizados por los diferentes países, como India, Corea del sur, China y Japón.13 Por su parte, la tasa de mortalidad, aunque también alta en muchas regiones, debido a la dureza del clima, la escasez de recursos sanitarios e higiénicos y la deficiente alimentación, va en descenso.
Por último, se puede mencionar que la mayoría de la población asiática es rural ( en la India y en china alcanza el 73 % del total) aunque en las últimas décadas  se observa un fuerte desplazamiento del campo a las  grandes polis que se localizan principalmente en los países de Oriente próximo, la India, China y Japón; en el resto del continente, las ciudades son, por lo general, pequeñas.
En Europa
La población europea ha experimentado un cambio notable desde el siglo XIX, pasando de 175 millones de habitantes a más de 700 millones. Por lo tanto tiene una densidad media de 70 habitantes por kilometro cuadrado, aunque casi una treintena de países supera esta proporción. Las zonas más pobladas en el continente Europeo son: el oeste, el centro, el sur el Este y el Norte (siendo el aumento progresivo en ese orden ese orden). Por lo dicho es la zona norte uno de los menos poblados.
 “En Europa se alcanzan algunas de las cifras más elevadas de densidad población. Si Europa Septentrional parece parece menos pobladas desde este punto de vista, eso se debe a las grandes superficies escandinavas, en gran parte semidesiertas a causa de la dureza del clima” 14
Las mayores densidades se dan en las regiones industrializadas (norte de Italia, centro de Alemania, reino unido) y las menores y las menores en la península escandinava y en Rusia. Entre las ciudades más pobladas están Londres, Paris, Madrid, Moscú, Berlín y San Petersburgo.
Desde mediados del siglo XX la natalidad ha comenzado a descender espectacularmente, lo que, unido al descenso de la mortalidad, ha provocado un notable envejecimiento de la población. La esperanza de vida, tanto en hombres como en mujeres, se sitúa desde los 50 años por encima de los 75 años. En las últimas décadas del siglo X, el crecimiento fue del 0,3 por ciento.
En África
África es el continente que registra mayor crecimiento. Su población pasó de 220 millones en 1950 a 812,6 millones en 2001. Se estima que para el año 2025 llegará a 1.600 millones. Este crecimiento es debido a la disminución de la tasa de mortalidad y al mantenimiento o estabilidad de la de fecundidad. A ello debe sumarse que dentro del continente africano las diferencias regionales no son tan marcadas como en otros continentes. Sin embargo, las tasas más altas de crecimiento demográfico corresponden al África Subsahariana con tasas superiores al 3%.
Para una superficie tan extensa como la de África, los casi 900 millones de habitantes son relativamente pocos. Es decir la densidad media de África apenas supera los 18 habitantes por kilometro cuadrado, la más baja del planeta, si se excluye Oceanía.
Ello se debe a que amplias zonas del continente, especialmente las regiones desérticas que representan casi el 35 % del territorio, las montañas orientales y las costas del sudoeste, están casi despobladas por la escasez de agua y de recursos vegetales. Por el contrario,  en estrecha relación con la regularidad de las precipitaciones, hay zonas muy pobladas: las costas mediterráneas, el Golfo de Guinea – desde Gambia hasta el Níger-, la región de los grandes lagos, las tierras del bajo Nilo y las regiones subtropicales  del norte.  La densidad media en estas áreas llega a superar los 100 habitantes por km2 .
Se considera, por tanto, que África es un continente poco poblado y con una distribución muy desigual. El crecimiento demográfico es mayor en el Norte y en Sudáfrica. En general, la natalidad y la mortalidad son muy elevadas, si bien en los últimos tiempos la mejora de las condiciones sanitarias e higiénicas ha contenido la tasa de mortalidad, por lo que el crecimiento se halla en clara expansión, siendo próximo al 3 % anual. La esperanza de vida, sin embargo, todavía es muy baja, solo alcanza a los 51 años para los varones y 48 para las mujeres
“Este índice de distintos grados de modernización o de evolución se superpone a la situación muy fluida de un continente que solo muy recientemente se ha liberado del colonialismo, para integrarse a la periferia atrasada del mundo capitalista industrializado.” 15
 
En América
América es la segunda masa continental del globo después Euroasia, se encuentra dividido en tres: América del Norte, Centro América y América del Sur.
La población del subcontinente norteamericano está desigualmente repartida, por lo que se encuentran zonas escasa o nulamente pobladas, frente a otras donde la densidad es extraordinariamente alta, como surge en los grandes núcleos urbanos.
Hoy en día, la mayoría de la población de este país es de origen anglosajón, aproximadamente un 10 % es negra y el resto se reparte entre otras minorías, sobre las que destaca la latinoamericana, integrada por emigrantes de México, América Central y del sur, que suma ya más de 20 millones de personas y que presenta un mayor índice de crecimiento.
En Canadá, en cambio, la población, aunque variada, es menos heterogénea. Asi, alrededor de la mitad es de origen ingles, un 30 % es de descendencia francesa y el resto desciende de europeos de muy distinta procedencia.
En estados Unidos y Canadá, la población, que ha decrecido progresivamente a lo largo del siglo XX, se aglutina en torno a las grandes ciudades como Los Ángeles, Houston, San Diego, Miami, Detroit, chicago, Filadelfia, Baltimore y, sobre todo, en New York. Por el contrario en las zonas frías del Canadá y Alaska y las del interior, próximas a las montañas Rocosas, son las más despobladas. Hoy en día la población norteamericana alcanza la cifra de 388 millones, sin embargo existen lugares no habitados.
En América central, el panorama es similar en la desigualdad de la distribución de la población, este subcontinente alcanza como total de población una cifra de 68 millones de habitantes.
Las tasa de crecimiento de esta zona son en general muy elevadas (en torno al 2,5 – 3 % anual) y la distribución de la población es desigual, dándose las mayores densidades en las zonas rurales de ricos cultivos, como sucede en la región Hondureña productora de café y, sobre todo, en torno a las grandes ciudades, como Guatemala, San Salvador, San José de Costa Rica y panamá.
“En el istmo, la montaña es el medio más favorecido: sus pendientes, sus cuencas, sus altos vales son mucho más buscados por la población rural y por la urbana que las llanuras costeras casi vacías como la baja california (donde la oposición es sorprendente con la california estadounidense), al este del Yucatán….En México, 50 % de la población vive en las altas llanuras centrales, superiores a los 2000 metros; en costa rica 70 % vive en los altos valles vecinos a la capital.”16
La población sudamericana, que se estima que ronda los 400 millones de habitantes, está desigualmente repartidos, ya que junto a densidades muy bajas – como las que caracterizan, por ejemplo, a las zonas áridas. Se encuentran núcleos muy poblados, en especial en torno a las grandes ciudades, como las de Rio de Janeiro o buenos aires, que han experimentado en las últimas décadas un desarrollo excesivo y poco planificado.
Entre los núcleos urbanos más importantes del subcontinente se encuentran Caracas y Maracaibo (Venezuela); Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Rosario (Argentina); Rio de Janeiro, Sao Paulo, Recife Porto  alegre y Basilia (Brasil); Medellín y Bogotá (Colombia); Quito y Guayaquil (Ecuador); Callao y Lima (Perú); Sucre, Potosí y La Paz (Bolivia) y Santiago (chile)
En Oceanía
La gran extensión del continente no guarda relación con su población. Oceanía es la masa continental menos poblada del mundo, con la única excepción de las regiones polares. Sus escasos treinta y dos millones de habitantes se reparten de forma desigual y determinan una densidad extremadamente baja, de apenas tres habitantes por kilometro cuadrado.
La mayor parte de la población (cercana al 60 %) se concentra en las zonas de climas templados, en torno a las grandes urbes como Newcastle, Geelong, Camberra, Melbourne, Sídney, Brisbane, Perth y Adelaida. Los aborígenes se concentran sobre toso en las regiones del norte y los mestizos en Queensland y en Nueva Gales.
El crecimiento de la población, en permanente ascenso desde que a mediados del siglo XIX se descubriera oro en el continente, comenzó a decaer en la década de los 70, debido a la restricción de la inmigración impuesta por el gobierno y a la caída de las tasas de natalidad (menor crecimiento vegetativo); ello, unido a las mejoras sanitaria y al consiguiente retroceso de la tasa de mortalidad, dio como resultado un paulatino envejecimiento de la población. No obstante, dicho envejecimiento es aún muy bajo, como demuestra el hecho de que la cuarta parte de los habitantes censados sea menor de 15 años y la mayoría se encuentre entre los 25 y 60 años.
1.4 Factores de distribución poblacional
Analicemos el contenido de los factores geográficos, porque la densidad de población  de un determinado lugar va estar determinadas por ellos.
a). Altitud
Es la distancia vertical entre un punto situado sobre la superficie terrestre o la atmósfera y el nivel medio del mar.
El hombre se va ubicando en diferentes partes del planeta dependiendo de la configuración geográfica.
Este factor geográfico influye en la densidad de la población; ya que a medida que ascendemos, las condiciones se hacen más dificultosas para el hombre. Las poblaciones densas tienden abandonar los lugares de mayor altitud, como las montañas y mesetas, para ocupar los lugares de menor altitud como las planicies.*
b). Latitud
Es la Distancia angular entre un punto de la Tierra al ecuador.
Este factor también condiciona la concentración de la población, pues a mayor latitud, encontraremos que va disminuyendo la población; tal es así que en las zonas polares existe una población estacional (investigadores, etc.) mas no permanentes.Casi todos los pueblos de la tierra están situadas entre los20° y 50° de altitud y la mayor parte de las sociedades populares están situadas entre los20° y 40° de latitud y en lugares favorecidos por la temperatura, la lluvia y la altura.
Podemos mencionar a poblaciones que se le atribuye este factor, que están establecidas en dichas áreas son la de China, La India, Europa Occidental y Norteamérica.
c) Fertilidad y la accesibilidad
Lo que propicia la densidad de la población es la fertilidad del suelo, que favorece las buenas cosechas, la abundancia de alimentos y la explotación intensa de la tierra; Los suelos más fértiles y productivos favorecen la estabilización de la población entorno suyo.    Por eso los valles fluviales tales como los del Nilo, el Eufrates, el Ganges, el Po, el Rhin, el Danubio, el Sena, el Mississipi, el Ohio, el Mantaro, el Huallaga y otros, son asientos  de poblaciones densas. Esos territorios fértiles, por haber sido accesibles han sido verdaderos centros de atracción y de formación de poblaciones densas. A esto se debe el pronto doblamiento de las tierras fértiles; muy aparte los lugares pantanosos y desérticos son zonas comúnmente despoblada.
d) Riqueza del subsuelo
Cuando el subsuelo es rico en minerales hay concentración y crecimiento de la población. Ya que este factor propicia un adecuado clímax para una cosecha y por ende un adecuado establecimiento de la población. De ese subsuelo, muy aparte, el hombre ha explorado sólo una mínima porción, se extraen los elementos esenciales para el desarrollo de las industrias que promueven el progreso de las naciones: petróleo, hulla, hierro, combustibles nucleares, etcétera.
e) Las vías de comunicación
La facilidad de los medios de transporte influyen poderosamente en la concentración o dispersión de la población.Muchos lugares despoblados se han convertido en centros de considerable densidad con la apertura de una vía de comunicación.  
 
Referencias Bibliográficas y notas
1 VINCES –BOSQUE WAGNER. Geografía General. Editorial Vinces vives. Pág. 99
2 VIZCARRA S., Manuel. Geografía Humana. Lib. E Impr. 1950. Pág. 18
3 PRESSAT, Ronald. Introducción a la demografía. Editorial Ariel. España, 1981. Pag, 19
4 VIZCARRA S., Manuel. Geografía Humana. Lib. E Impr. 1950. Pág. 20
5 VINCES –BOSQUE WAGNER. Geografía General. Editorial Vinces vives. Pág. 99
 
6 BEAUJEAU –GARNIER. Demogeografia. Editorial Labor, S.A. Barcelona, 1972. Pág. 13
7 BEAUJEAU –GARNIER. Demogeografia. Editorial Labor, S.A. Barcelona, 1972. Pág. 13
8 PRESSAT, Ronald. Introducción a la demografía. Editorial Ariel. España, 1981. Pag, 20
9 Desde la aparición del hombre hasta 1750: Se caracteriza por un crecimiento demográfico muy lento ascendente, paralelo a la expansión de los recursos económicos. Este período fue dominado por el descubrimiento, desarrollo y perfeccionamiento de las herramientas, el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales, es decir, estuvo marcado por las primeras innovaciones económicas.
      Desde 1750 hasta la actualidad: caracterizada por una gran expansión demográfica, producto de los cambios ocurridos a partir de la segunda mitad del siglo XVIII a causa de las revoluciones agraria, industrial y tecnológica. Estas revoluciones permitieron la obtención de excedentes alimenticios con los cuales disminuyó el hambre y liberó mano de obra de las actividades agrarias. Este excedente de fuerza de trabajo en las actividades primarias comenzó a ocuparse en actividades industriales y terciarias.
10     Las proyecciones de crecimiento demográfico de las Naciones Unidas (ONU) varían ampliamente ya que dependen en gran medida de una variable impredecible: el número de nacimientos. Las Naciones Unidas estiman que para el año 2150 la población mundial tendrá un tamaño de entre 3.600 y 27.000 millones de habitantes. A esta última cifra se llegaría con sólo un hijo más por pareja.
11     VILLAROEL, Luis. Apuntes de Geografía Humana. Editorial Bolívar, 1945. Pág., 82
12     BEAUJEAU –GARNIER. Demogeografia. Editorial Labor, S.A. Barcelona, 1972. Pág. 45
13     Un ejemplo de esto es China, que disminuyó su tasa de crecimiento de una manera espectacular. Su tasa de fecundidad se redujo de 6,5 hijos por mujer en 1968 a 2,3 en 1980 y a 1,8 en la actualidad. Dentro de la planificación familiar se implementaron distintas medidas, incluso la política del hijo único, aplicando sanciones a quienes no cumplan con las indicaciones gubernamentales.
14      Geografía De La Sociedad Humana (vol. I). Editorial Planeta, S.A. Barcelona España, 1981. Pág., 349
15     Geografía De La Sociedad Humana (vol. I). Editorial Planeta, S.A. Barcelona España, 1981. Pág., 354
16      BEAUJEAU –GARNIER. Demogeografia. Editorial Labor, S.A. Barcelona, 1972. Pág. 47
 

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